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Mostrando entradas de diciembre, 2009

Promise.

En esas tardes donde el sol era vital en el día, y las estrellas miraban sonriendo. Unas palabras llegaron a sus oídos,  era inimaginable ver el final, porque la verdad en esas etapas, lo último que imaginaba era el FIN. Ninguno sabía nada más de lo que vivían, y eso era  de alguna manera tierno y divertido. Aprendían uno del otro, cada vez más, más y MÁS. Los días cambiaron, los meses pasaron, y  promesas invadieron el momento. Juraron que siempre estarían juntos. Se prometieron eternidad, amor, fidelidad  y algo más. No había nada mas perfecto que eso. Pero de un momento a otro, la promesa se rompió, se rompió tan fácilmente como se hizo. Será que jamás una promesa puede ser cumplida? Era de esos tipos buenos, con ojos miel y pestañas  perfectas, porte de guerrero y cabellos rubios como el sol. Ella era una dulce y tierna niña, de ojos azules como el mar. Se le olvidó que dentro de esa promesa estaba su corazón. Promesas que quedan en el aire, Promes

Maribel.

Las marcas que tenía en los pies reflejaban cuanto había caminado para llegar a aquel lugar, era una mujer con expresión triste, sin sonrisa ... mirada caída pero con unos enormes ojos miel que iban de un lado a otro. Ahí estaba yo, desgreñado, sucio y el con el mismo polo amarillo. Fui a su encuentro, no soportaba que todos la vieran como un bicho. Fue ahí donde comenzó todo. Ella me contó que venía desde Laubrec, sinceramente ignoraba donde quedaba, pero quise que pensara que era muy inteligente (a pesar de que no había terminado la secundaria). Su nombre era Maribel, sus ojos miel me convencían siempre. Tenía esa magia de hacer que todo parezca simple y perfecto a pesar de mi pobreza. En un abrir y cerrar de ojos se había alojado en mi casa, la gente empezaba a murmurar... ¿Quién será aquella muchacha tan impúdica?, nadie la entendía...sólo YO. Y yo, como su eterno protector, le daba todo lo que tenía... a veces sentía que ella se aprovechaba de ello, pero al segundo quitaba